‘Antonia Pozzi, poemas elegidos’, el tercer título de Mitades de una gota, la colección de poesía de Somos Libros
Edición bilingüe con prólogo de Fabio Minazzi, traducción de Raquel Vicedo y Manuel Astur, y documentos manuscritos de la poeta.


Antonia Pozzi (Milán, 1912 – 1938) nació poeta, sensible, introspectiva y curiosa en el seno de una familia culta y aristócrata que favoreció su formación y la acercó al arte, la filosofía y la literatura. Tuvo una vida corta, pero sus versos bastaron para convertirla en un referente de la poesía italiana moderna.
Su obra crece entre gritos y flores, amenazada por el ambiente de una Europa invadida por el fascismo. Breve e intensa, contiene un magma vital en el que se mezclan el dolor, el gusto por lo terrenal, la espiritualidad, la comunión con la naturaleza y la sombra de la muerte. Se suicidó a los 26 años y jamás publicó un libro en vida.
Extracto del prólogo de Fabio Minazzi, director del Centro Internazionale Insubrico:
En apariencia, sus poesías son simples, planas, casi inmediatas. Sin embargo, conforme se leen una y otra vez, muestran sentidos distintos que nos descubren diversos horizontes, mediante los cuales no solo se revela el sentido de una vida, sino que también percibimos la catarsis de un dolor que se hace verso, logos. Un verso-logos que vive, pues, à la Menicanti, de un “puñado de sílabas”, aunque también de ese “batiburrillo sumiso de inquietudes” que lo nutrió en todas las fases de la breve vida de Antonia. Por este motivo, estas poesías son el ‘diario de un alma’ que atravesó —y quemó, en un puñado de años— una vida intensísima de trabajo y tensión constante fruto de una “voluntad de ascensión” (como la de sus amadas montañas, “almas de montes”, sus “mamás montañas”). Pero en Antonia esta voluntad de ascensión se ve interrumpida, en primer lugar, debido al intento, profundamente humano, de “llegar a ser más buena”.
Banfi escribió en su prefacio al ‘Flaubert negli anni della sua formazione letteraria (1830-1856)’, la
tesina defendida por Antonia el 19 de noviembre de 1935 para licenciarse en Letras, la obra de la Pozzi “tiene todas las características de la juventud: el empeño del estudio, la participación agitada, la frescura de la intuición inmediata, lo abstracto y vibrante de la idea y, sobre todo, esa atmósfera de claridad y simplicidad espiritual en la que, para los jóvenes, flotan las cosas, los acontecimientos, las almas de los hombres”.
Sobre la colección Mitades de una gota:
La colección Mitades de una gota nace con la vocación de rescatar voces poéticas femeninas del pasado que siguen vigentes, tanto por el contenido de sus versos como por los ideales y valores a los que las autoras elegidas fueron fieles a lo largo de sus vidas. “La poesía es un intento de aproximación a lo absoluto por medio de los símbolos” escribió Juan Ramon Jiménez, por ello cada título de Mitades de una gota ofrece una selección de poemas, acompañada de una nota biográfica sobre la autora, un prólogo, y de fotografías y documentos manuscritos de cada una de ellas.
La edición es bilingüe en el caso de que la lengua de las poetas no sea el castellano. De esta manera, cada volumen nos permite acercarnos a unas creadoras muy distintas entre sí, pero con algunos aspectos en común: todas nuestras poetas fueron valientes, desafiantes, amaron la literatura y utilizaron las palabras y la poesía como un vehículo para sacudir sus respectivas circunstancias.
Desde Somos Libros hemos creado esta colección con una mezcla de ilusión y respeto enormes hacia las poetas que pretendemos recuperar, y también por la poesía, porque creemos en lo que apuntó Aristóteles de que “la poesía es más profunda y filosófica que la historia”. La colección que arrancó con los poemas de Marceline Desbordes-Valmore y Concha Méndez, sigue con los versos de Antonia Pozzi y Zinaida Gippius.